jueves, 18 de febrero de 2010

DIA DEL DESAMOR Y LA AMISTAD

La mayoría de mis amigos no celebran el Día del Amor y la Amistad. No es que duden o no del amor o renieguen de la amistad, simplemente les parece ocioso en algunos casos, o ridículo, cursi, en otros términos. Y casi todos se niegan a obedecer las reglas impuestas a las emociones. Detestan lo carente de misterio, lo acabado, lo que tiene sentido, aunque sea un sacerdote que vivió hace 18 siglos quien dio el origen a esta festividad y no alguna asociación internacional de comerciantes, como podría pensarse.
A mí me da francamente igual. Ni critico ni celebro que haya una fecha específica para amar. A los jóvenes, en general, les gusta. Al menos asi me lo aseguraron un taxista, tres estudiantes, 2 entrenadores deportivos, 6 deportistas, 2 lavacoches, una enfermera y un mesero, a quienes les lancé la pregunta. Ese día, me dijeron, dan y reciben regalos, se besan con mayor intensidad, hacen una fila enorme para entrar a un hotel de paso, o van al cine, a comer al restaurante que más les gusta o buscan un parque lejano donde acariciarse. Es un motivo, un pretexto, una razón más para seguir acumulando recuerdos firmes, miradas y sensaciones nuevas. La oportunidad para mirar lejos sin que el tiempo se presente a molestar sobre unos labios cansados de besar bocas sin alma. O con el alma atrapada en un cuerpo que se resiste a partir.
Ignoro que pensaran los ancianos sobre el tema. No se me ocurrió preguntarles, pero me imagino que algunos sentirán nostalgia. O sonreirán al recordar que no se irán del mundo sin haber sido amados, besados, muy queridos. Habrá otros que rezongarán y dirán que el amor no existe, ni la amistad, ni nada. Reconocerán a solar que existe el placer, el deseo, el vértigo que producen los abrazos largos, sólidos, incansables, pero ¿el amor? Quizá no quieren o no tienen la capacidad de echar a andar su memoria y volver a soñar el sueño nuevo.
Después de que el domingo un amigo me da un abrazo cariñoso felicitándome por el dia del Amor y la Amistad, sobre todo el de la amistad, lancé al abismo mi prejuicio a lo cursi y disfruté el gesto. Después de todo, los amigos somos los que mas tiempo permanecemos amigos. Más que los novios, que los esposos, que los amantes, casi todos. Los amigos nos perdonamos más fácilmente nuestros errores, ejercemos la solidaridad con mayor libertad. Toleramos nuestros excesos, aguantamos, nos abrazamos sin sospechas, nos mostramos uno al otro con mayor nitidez, sin tanto maquillaje en la sonrisa, sin máscaras nocturnas. Los amigos arriesgamos, dejamos lo que estamos haciendo para acudir al llamado de otro amigo. Somos cómplices de cada una de nuestras verdades. Y de toda mentira.
Hay quienes piensan que la amistad sólo existe en la juventud. Yo no lo creo. La amistad, aunque con el tiempo se vaya reduciendo por dentro como un cerebro, perdura hasta la muerte. Y posee el don de evitar poseernos.
El amor, en cambio, no es duradero. Ni lo podemos definir tan fácilmente. Es lo que es mientras se ama. Y nada más. Existe mientras el ser amado existe. Ni antes ni después. Y condiciona, excluye. Nunca un amigo condicionará su amistad a que destruyas tu amistad con otro. El amor es exclusivo, se cree con el derecho de propiedad. Se ama a una persona que exige ser el amor único. Se es amigo, en cambio, de muchos otros amigos. Se crece con ellos, la amistad también, crece, construye, jamás destruye. Si lo hiciera es que dejo de serlo. O nunca lo fue.
El domingo por la noche, después de comer, beber, reír con los amigos, tomando de la mano a mi esposa pensé en el amor. En lo que podría ser el amor, si se ejerciera como se ejerce la amistad. Si el amor nos mirara con la mirada tolerante del amigo: si nos acariciara con su frescura y nitidez, si nos abrazara sin desear dominarnos, sin sospecha, sin celos, sin contemplar la traición como arma para sobrevivir al amor………..Al amor que la vida crea. La vida, no la muerte, no el dolor. La vida que pregunta lo que no tiene respuesta. La vida que da vida a lo imposible. Y que de tanto en tanto busca amar.

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